En las comunidades rurales y remotas de América Latina, prácticas ancestrales como la partería se han transmitido de generación en generación. En estas zonas, donde las barreras geográficas y las diferencias culturales pueden dificultar el acceso a los centros sanitarios, el apoyo práctico y espiritual de las comadronas tradicionales puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Responder a las señales de alarma materna en zonas de difícil acceso es posible gracias al uso de herramientas como el estetoscopio de Pinard, un instrumento utilizado para escuchar los ruidos cardíacos fetales, una cinta métrica para evaluar la altura uterina durante el embarazo y monitores de constantes vitales conocidos como "cunas", diseñados para el personal sanitario de la comunidad y calibrados con un mecanismo que ayuda a identificar posibles emergencias en el embarazo, como la preeclampsia (un trastorno hipertensivo que puede producirse durante el embarazo y el posparto). LEER MÁS